El PP ante la encrucijada de qué hacer con Vox

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21/12/2025 22:54 Actualizado a 21/12/2025 23:26

No le voy a quitar méritos a María Guardiola, al PP o a Alberto Núñez Feijóo, porque el resultado de las elecciones extremeñas de este domingo, no por esperado, es menos satisfactorio. Aunque en Génova soñaron con la mayoría absoluta no fue posible. Hubiera sido una hazaña. El resultado es bueno para el PP, pero le sitúa ante la encrucijada de qué hacer ahora con Vox. Extremadura fue la única autonomía de las que perdió el PSOE en 2023 en la que el PP no fue la fuerza más votada, empató a escaños con el PSOE (28), aunque pudo gobernar gracias a Vox.

Dos años y medio después, el PP no sólo supera al PSOE, sino que lo hace por 11 escaños y 15 puntos. El mal resultado de los socialistas es la primera lección de este domingo. Todo apunta a una abstención de los votantes socialistas, y Pedro Sánchez debería reflexionar. El PP mejora sus resultados respecto a 2023, aunque no tanto como esperaban. Un éxito empañado por la subida de Vox, que más que duplica su anterior resultado y pasa del 5 escaños a 11. Otro dato a tener: La suma de la derecha y la extrema derecha roza el 60% de los votos, cuando hasta ahora la izquierda era hegemónica. Y Unidas por Extremadura no rentabiliza un PSOE a la baja. Entre los dos se quedan en un 36%.

El éxito del PP tiene que pasar ahora la prueba del algodón, y le coloca en una difícil tesitura

Lo que haya influido en el mal resultado del PSOE que su líder extremeño, Miguel Ángel Gallardo, sea una persona de confianza de Sánchez y esté procesado por tráfico de influencias y prevaricación por crear una plaza diseñada para el hermano del presidente, aunque eso está por ver.

Sánchez hizo suya la campaña y no logró taponar la sangría. Eso no quiere decir que el resultado vaya a tener consecuencias en la política española. Sánchez ya advirtió que seguiría aunque sufriera una derrota. Si perder la mayoría en el Congreso tras el desmarque de Junts no le hizo flaquear, y su imposibilidad de aprobar los presupuestos, por tercer año, no le lleva ni a plantearse convocar elecciones, por qué perder unas elecciones le iba a hacer cambiar.

Feijóo felicita a María Guardiola por videoconferencia después de ganar las elecciones a Extremadura

Feijóo felicita a María Guardiola por videoconferencia después de ganar las elecciones a Extremadura

David Mudarra

En 2023, los malos resultados del PSOE en las municipales y autonómicas llevaron al presidente a convocar elecciones generales en pleno julio, en un intento de que el miedo a los resultados le hicieran dar la vuelta a las encuestas. Aunque no les dio la vuelta, el presidente se garantizó la permanencia en la Moncloa con los apoyos de grupos como Junts. En esta ocasión, no habrá ese efecto. Habrá elecciones en Aragón el 8 de febrero, y ahí se verá si fue acertada la decisión de Sánchez de cambiar a sus barones por ministros: Pilar Alegría en Aragón, María Jesús Montero en Andalucía, Diana Morant en la Comunitat Valenciana, o si el PSOE sigue en caída libre, de la que igual el presidente no se salva en los próximos comicios.

Sánchez debe asumir en primera persona, porque suyas fueron las decisiones en Extremadura

Sánchez deberá asumir en primera persona, porque suyas fueron las decisiones en Extremadura, pero el éxito del PP tiene que pasar ahora la prueba del algodón, y le coloca en una difícil tesitura. Feijóo deberá demostrar, a través de Guardiola, cuál será su actitud con Vox, si se echa en sus brazos, como ocurrió en 2023, o si pone límites y cuáles. Si cede y hasta dónde. A expensas de lo que exija Vox, el presidente del PP debe dejar claro si admitirá a los de Abascal en el gobierno o si al no necesitar más que la abstención de la ultraderecha, le veta. También, en qué asuntos puede ceder para esa abstención.

El resultado de Extremadura es lo que Feijóo quería para sus elecciones de 2023. El PP tiene más escaños que la izquierda, así que pondrá en el tejado de Vox la pelota, de si facilita la investidura de María Guardiola o aboca a Extremadura a una repetición electoral, que tendrá que explicar Abascal, sobre todo si los resultados son peores que los de este domingo.

Feijóo ha superado el primero asalto de este ciclo electoral, pero quedan tres más: Aragón, Castilla y León y Andalucía. La prueba del algodón para el PP será lo que haga con esos resultados. Y entonces Sánchez tendrá que decidir, si sigue resistiendo, o si convoca elecciones ¿y se presenta?

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