El PP llega a un acuerdo con Vox para aprobar los presupuestos de Sevilla

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PP y Vox han sellado un acuerdo para aprobar los presupuestos de Sevilla de 2026, después de que la formación ultra exigiera a los populares, que gobiernan en minoría, aplazar el pleno para la aprobación de las cuentas municipales, fijado para el pasado viernes, a este martes a la espera de los resultados de las elecciones en Extremadura. El partido de Abascal había impuesto como condición para aprobarlos eliminar la zona de bajas emisiones de La Cartuja y endurecer la inscripción en el padrón municipal para impedir el acceso a migración ilegal. Dos líneas rojas que siguen el manual ideológico de la extrema derecha: cargar contra la Agenda 2030 y atacar a la inmigración. A falta de conocer los detalles del pacto, que este martes escenificarán el alcalde popular, José Luis Sanz, y la portavoz local de Vox, Cristina Peláez, antes del debate presupuestario, fuentes del PP sostienen que el texto del acuerdo “no vulnera ninguna línea roja”.

“En toda negociación de Presupuestos hay acuerdos políticos paralelos a la aprobación del Presupuesto”, sostuvo Peláez el martes de la semana pasada cuando presentó sus condiciones para apoyar las cuentas. Entonces, el núcleo duro del alcalde de Sevilla aseguraba que era imposible aceptarlas por tratarse de medidas sobre las que el Ayuntamiento no tenía competencias. En el caso de la zona de bajas emisiones porque se trata de una medida regulada por una normativa europea que comprometería, además, la llegada de fondos europeos para otros proyectos, y respecto del padrón porque no pueden impedir que quien tenga su documentación en regla y acredite que reside en la capital andaluza se inscriba en él.

En el PP argumentaban que se trataba de dos propuestas que Vox había planteado para dejar la puerta abierta a un eventual ‘no’ al acuerdo por parte de la dirección nacional, pero preguntadas al respecto, las fuentes del partido conservador, no rechazan que ahora hayan cedido en aspectos vinculados con ambas. En el caso de la zona de bajas emisiones, Peláez reclamó que las cámaras de vigilancia en La Cartuja dejaran de funcionar siempre que los niveles de emisiones no superaran los umbrales definidos por la Unión Europea, lo que de facto implica que no se impongan multas en esa zona que “castigan a las clases trabajadoras que no pueden comprarse un coche eléctrico o de alta gama”, sostuvo la portavoz de Vox el pasado jueves durante el pleno ordinario municipal. Respecto del padrón, la dirigente ultra aseguró que se había convertido en una puerta de entrada para los migrantes irregulares, aunque no ofreció datos que sustentaran su afirmación.

Hasta este lunes, en el que se ha confirmado el acuerdo, el PP consideraba que el 90% de las enmiendas al presupuesto que había aprobado a Vox a costa de reducir partidas destinadas al Servicio de la Mujer, planes de igualdad y cooperación al desarrollo para incrementar las ayudas a la maternidad, dotar de presupuesto al cheque bebé, fomentar a los jóvenes que se dedican al arte sacro, incrementar las actividades en los días de la Inmaculada y San Fernando —patrón de Sevilla—, afianzar la oficina antiaborto, o crear tres nuevos museos - de la Semana Santa, del flamenco y de historia de Sevilla-, (en este caso detrayendo fondos destinados al Festival Internacional de Cine), eran suficientes para lograr el apoyo de Vox. El alcalde, defendió la semana pasada que esas cesiones “no eran ideológicas”, el mismo argumento que utilizó el año pasado cuando también claudicó a las exigencias de Vox para cerrar el presupuesto. Entonces también se incrementaron las ayudas a grupos antiaborto o crear la Oficina de atención a la maternidad -que dirige y controla la formación de extrema derecha-, a costa de detraer dinero de los mismos asientos que se han vuelto a ver mermados con el nuevo acuerdo.

Los presupuestos presentan una inversión de 1.096.267.338,71 euros, un 2,52% más que los del año pasado. Entre las áreas que más se refuerzan está la de limpieza de las calles y los colegios y el Real Alcázar.

A diferencia del año pasado, Sanz no necesitaba de Vox para aprobar las cuentas, puesto que podía volver a recurrir a la herramienta de la moción de confianza vinculada a los presupuestos, para sacarlos adelante. Se trata de un mecanismo que ya utilizó hace dos ejercicios y que la ley permite emplear dos veces en un mismo mandato, siempre y cuando no sea el último año. Cuando lo empleó en 2024, Sanz se vanagloriaba de haber salvado su legislatura porque podría contar con presupuestos hasta las nuevas elecciones municipales.

El PP regional, que estuvo muy pendiente del acuerdo con los ultra del año pasado, no ha estrechado la vigilancia en esta ocasión. Fuentes cercanas a la cúpula de la formación y de la Junta sostienen que un pacto con Vox en Sevilla en vísperas de las elecciones andaluzas no le puede pasar factura a Juan Manuel Moreno porque no lo hizo hace cuatro años, cuando la formación de Abascal formaba parte de Gobiernos autónomos.

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