Madrid
20/12/2025 23:19 Actualizado a 20/12/2025 23:23
El Real Madrid despidió el año ganando al Sevilla en el Bernabéu y todo indica que la victoria, que le deja a un punto del Barcelona de forma provisional, prolongará la agonía de Xabi Alonso al menos hasta después del parón navideño. En ningún caso el triunfo de los blancos vino acompañado de una mejora en el juego. Fue más de los mismo, poco más que ganar sin convencer. Los brotes verdes no se ven por ningún lado pese a que el equipo ha sacado adelante los tres últimos compromisos ante el Alavés, el Talavera y el Sevilla.
La noche tenía además para el madridismo el aliciente de ver si Mbappé superaba o al menos igualaba el record de Cristiano, 59 goles en un año natural (databa del 2013). El francés se presentó con 68 y con un gol de penalti en los minutos finales igualó la marca del portugués.
Pobre juego
El equipo no transmite nada
Lo que está claro es que el Bernabéu asiste ya receloso al juego del equipo. La falta de conexión con el público es muy evidente porque este Madrid no transmite nada y no da la sensación de dejarse la vida en el empeño, lo que menos se perdona en un club que aplaude muchas veces más el esfuerzo que la exquisitez. La prueba se vio esta noche muy pronto. En el minuto seis ya hubo la primera pitada colectiva y en el trece el que se ganó los silbidos fue Vinícius tras unos caracoleos cercanos al área del Sevilla que acabaron en pérdida del balón por exceso de individualismo, lo que desesperó a la grada. El brasileño también oyó música de viento de parte del Bernabéu al ser cambiado en el 82.
Xabi Alonso se la jugó con el once más ofensivo posible, con una tripleta atacante formada por Vinícius, Rodrygo, que ha recuperado la titularidad, y Mabppé. Con Bellingham por detrás y Güler a los mandos el Madrid jugó lento y premioso la primera parte, como si su entrenador no se estuviera jugando el puesto tras tantos días en el alambre. De la presión adelantada prometida al principio de la temporada ya no queda nada Del rock and roll, tampoco. El partido de Güler fue otra vez muy malo. El turco empezó la temporada muy bien, pero ahora mismo se ha caído.
El partido empezó con una doble ocasión, una por cada equipo y muy claras. Fran García erró un mano a mano ante Vladochimos y y poco después falló Isaac Ramos ante Courtois, en este caso porque el sevillano escoró demasiado su remate con el belga vendido.
La primera parte
Bellingham abre el marcador
Luego vino ya muy poco salvo un par de tiros de Mbappé, que se movía por todo el frente de ataque pero al que no se le hacían llegar balones en buenas condiciones. Cuando el partido marchaba hacia el descanso en medio del aburrimiento todo se activó de golpe. En el 38 el árbitro, Muñiz Ruiz, perdonó una roja que parecía clara a Marcao por un plantillazo sobre Rodrygo. Sacó la falta el propio Rodrygo y Bellingham se anticipó en el salto a Agoumé y de un cabezazo mandó el balón a la escuadra. El entrenador del Sevilla, Matías Almeyda, vio la roja en el túnel de vestuarios en el descanso.
La segunda parte comenzó con una gran arrancada de Mbappé que volvió a fallar su remate, lo que le volvió a ocurrir solo un minuto después, otra vez solo ante el portero griego. Luego fue Courtois el que tuvo que intervenir por dos veces ante Isaac, lo que devolvió los silbidos al Bernabéu. Más tarde salvó un remate lejano de Alexis Sánchez.
La expulsión
Marcao vio dos amarillas
El partido ganó por fin en vivacidad. Mbappé, que seguía fallón de cara al gol, cabeceó a la escuadra tras un córner. Todo empeoró para el Sevilla en el 67 cuando Marcao vio la segunda tarjeta por una entrada clara de amarilla sobre Rodrygo en el centro del campo y tuvo que enfilar expulsado el camino de los vestuarios.
Con uno más Alonso refrescó el centro del campo dando salida a Camavinga por el desaparecido Güler. Rodrygo remató al larguero y el Madrid llegó a los últimos minutos sin tener el partido cerrado, lo que viene siendo la tónica de toda la temporada. En el 88 un claro penalti de Juanlu sobre Rodrygo le despejó el camino. Marcó por fin Mbappé, que cumplía 27 años, y lo celebró como Cristiano.
Muñiz pitaría aún otro penalti de Oso sobre Bellingham, pero el VAR le desdijo. Y otro más que tampoco se validó porque la falta a Rodrygo fue fuera del área.
El Madrid salvó la noche y ahora el club inicia un tiempo de reflexión. Ya veremos cómo le sientan las uvas a Xabi Alonso.

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