El Departamento de Justicia de Estados Unidos tiene previsto publicar antes de esta medianoche (a las 6h del sábado en España) “cientos de miles de documentos” relacionados con el caso del pederasta y traficante de menores Jeffrey Epstein, en cumplimiento con la ley de transparencia aprobada hace un mes en el Congreso y ratificada por el presidente Donald Trump. Este viernes vence el plazo de un mes para que la fiscal general, Pam Bondi, difunda todos los archivos, aunque su segundo, Todd Blanche, ha reconocido que no podrán publicarlos en su totalidad y ha anunciado que en las próximas semanas llegarán “varios cientos de miles más”.
Tras estas declaraciones, los principales legisladores demócratas han acusado a la Administración Trump de “violar la ley federal” al pretender publicar tan solo una parte de los archivos en el plazo previsto y han amenazado con emprender acciones legales. “La ley que aprobó el Congreso y que firmó el presidente Trump fue lo más clara posible: tenía 30 días para publicar todos los archivos de Epstein, no solo algunos”, ha recordado el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer: “Esto demuestra que Trump y Bondi están empeñados en ocultar la verdad”.
El texto legal obliga a la fiscal general a publicar antes de la medianoche del viernes “todos los registros, documentos, comunicaciones y materiales de investigación no clasificados” vinculados con Epstein y la investigación de su socia y expareja, Ghislaine Maxwell, que cumple condena en prisión por la red de tráfico sexual de menores. Blanche, quien fue abogado personal de Trump y ahora es su fiscal general adjunto, se ha justificado diciendo que “hay muchos ojos puestos en esto y queremos asegurarnos de que, cuando difundamos los materiales que estamos produciendo, estemos protegiendo a todas y cada una de las víctimas”.
Durante los últimos 30 días, el Departamento de Justicia ha redactado de forma exhaustiva la mayoría de las páginas que se publicarán hoy, pues la ley del Congreso le da cierta discrecionalidad para tachar nombres y bloquear la difusión entera de aquellos archivos que afecten a la “seguridad nacional” o “pongan en peligro una investigación federal activa”, entre otras excepciones. La legislación también obliga a Bondi a publicar un resumen no clasificado que explique cada elemento de información censurada o clasificada. Los demócratas temen que la Administración esconda aquellos documentos que puedan perjudicar al presidente.
Tras meses oponiéndose, Trump instó en noviembre a los legisladores republicanos a votar a favor de la medida, a pesar de que, si hubiera querido, él mismo habría podido publicar los documentos sin necesidad de que el Congreso se lo exigiera. Acorralado por la presión popular, cambió su postura después de que los demócratas de la Cámara de Representantes difundieran una serie de correos de Epstein, entregados por sus herederos, que evidenciaban que el presidente “sabía lo de las chicas” y “pasó horas” con una de sus víctimas.
Todd Blanche, fiscal general adjunto
“Hay muchos ojos puestos en esto y queremos asegurarnos de que protegemos a todas y cada una de las víctimas”
En la última semana, los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes han difundido nuevas imágenes de las fiestas que organizaba Epstein, fallecido en el 2019 en prisión, en las que aparecen personalidades de renombre, incluido el presidente Trump rodeado de mujeres jóvenes; el expresidente Bill Clinton; el exsecretario del Tesoro de Barack Obama, Larry Summers; el exasesor y estratega de Trump, Steve Bannon; el magnate tecnológico Bill Gates, el cineasta Woody Allen o el filósofo Noam Chomsky.
Aunque su aparición en los archivos de Epstein no es prueba de actividad delictiva, ni los vincula necesariamente a la trama de prostitución de menores, el interés público es evidente. En una de las imágenes, Trump aparece junto a seis mujeres jóvenes con la cara borrada por el Comité de Supervisión; en otra, está él de pie junto a Epstein, charlando con una mujer, y en una tercera foto sale él a solas con una mujer joven cuyo rostro también fue censurado. Además, otras imágenes muestran objetos sexuales, como consoladores o mordazas, y en una aparecen los “condones Trump”, que se vendían a 4,50 dólares cada uno, ¡con la marca “I’M HUUUUGE!” (soy enorme, en inglés).
Estas fotografías, la última tanda de decenas de miles de archivos publicados este año, alimentaron la especulación sobre la posible implicación del presidente en los delitos de su antiguo amigo, con quien cortó relación en el 2004, cuatro años antes de su primer ingreso a prisión. Trump prometió en campaña total transparencia sobre el caso Epstein, pero durante gran parte de su mandato se ha opuesto a publicar los documentos, hecho que ha generado divisiones en su partido y ha enfadado a parte de su base de seguidores. El hecho de que este viernes solo vaya a difundir una parte de los archivos no calmará el deseo de la población de conocer toda la verdad.

Hace 2 días
3








English (US) ·