En Casas de Don Pedro ha ganado el PSOE con 366 votos (43,5%), frente a los 302 del Partido Popular (35,8%). Vox ha obtenido 130 papeletas (15%). Unidas por Extremadura, 31 (3,6%). Los dos partidos principales han perdido casi trescientos votos, a partes iguales, y Vox casi ha multiplicado por tres. Casas de Don Pedro es un pequeño municipio de la comarca de La Siberia, en el noroeste de Badajoz.
La Siberia extremeña es una comarca muy bella que hace cien años estaba en la quinta puñeta y era lugar de destierros. El grupo musical Las Sanguijuelas del Guadiana, revelación del 2025, es natural de Casas de Don Pedro. Los Estopa de Cornellà también tienen su raíces familiares en esa comarca.
El voto socialista se desintegra en las ciudades y resiste en los núcleos rurales extremeños
El microcosmos siberiano cuenta cosas. Cuenta que la castaña que se acaba de pegar el PSOE extremeño no ha sido mayor gracias al voto de los pequeños municipios rurales, puesto que el resultado de los socialistas en las ciudades ha sido literalmente catastrófico.
En la ciudad de Badajoz, por ejemplo, el Partido Socialista (16,6%) ha quedado en tercer lugar por detrás de Vox (20%), muy lejos del Partido Popular (42%). En Cáceres, el PSOE también ha bajado a la cota del 16%, con un Vox menor (14%), frente a un PP que alcanza el 50%.
Los grandes núcleos urbanos han dictado sentencia. La humillante derrota socialista no puede ser adjudicada exclusivamente a la flojera e inoportunidad de su candidato, Miguel Ángel Gallardo , que ayer por la tarde presentó su dimisión como secretario general del PSOE extremeño. La anatomía del instante extremeño nos dice que una fuerte onda antigubernamental recorre España y que en el sur esa onda es muy fuerte en los grandes núcleos urbanos, allí donde existen centros de decisión relevantes con antenas directamente conectadas con la olla a presión del Madrid DF. Los cambios de ciclo político empiezan siempre en las ciudades.
Las próximas elecciones en Aragón (8 de febrero) nos dirán cómo están las cosas por encima de la línea del Ebro. En Aragón, la candidatura del PSOE parece más competitiva. Si los socialistas bajan al 16% en Zaragoza, la suerte estará echada.
Una ola destituyente recorre España y su vector es Vox. El viraje lo dirige Vox. El giro lo expande Vox, partido que en estos momentos cuenta con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, según dicta la nueva Estrategia de Seguridad Nacional. Washington, señala ese documento, apoyará a los “partidos patrióticos” europeos contrarios al poder de Bruselas.
No nos pongamos estupendos. La gran mayoría de los extremeños seguramente no ha leído el texto alumbrado por el vicepresidente J.D. Vance , pero se les ha caído el alma a los pies con los escándalos que, con gran trompetería, estos días se adjudican al PSOE.
Alberto Núñez Feijóo tiene un problema. Ha convocado cuatro elecciones autonómicas consecutivas para abrasar al Partido Socialista, y en la primera de ellas el premio es para Vox. Ayer, S antiago Abascal ya anunciaba que habrá “duras condiciones” para la nueva investidura de María Guardiola . Feijóo puede haber entregado a Vox su batalla de Trafalgar.
El PSOE puede tener un problema todavía mayor si el 8 de febrero en Aragón se confirma que no todo ha sido culpa del inepto Gallardo. El voto socialista en las grandes ciudades puede desintegrarse.

Hace 3 horas
1



English (US) ·