“Mal, muy mal, sin sorpresas”, se resignaron en la dirección del PSOE, ante el batacazo que sufrieron anoche en Extremadura. El primero del nuevo ciclo electoral autonómico, con próximas paradas en Aragón, Castilla y León, y Andalucía.
La dimensión de la tragedia socialista la certificaron los escuálidos 18 escaños logrados por su candidato, Miguel Ángel Gallardo. Su cargo como secretario general del PSOE de Extremadura, pese a haber sido elegido hasta en dos ocasiones en primarias por la militancia, queda así en el aire.
En mayo del 2023, en las últimas elecciones autonómicas, el recientemente fallecido Guillermo Fernández Vara aún quedó en primera posición, pero perdió la Junta al registrar el suelo electoral histórico del PSOE en Extremadura, con apenas 28 escaños. Gallardo perforó anoche este suelo, con un inmenso boquete.
“Está claro que no hemos logrado movilizar a los votantes progresistas, y el candidato lo tenía muy complicado”, asumieron en Ferraz. Su único consuelo es que Guardiola no alcanzó su ansiado listón de 33 escaños que le habría otorgado la mayoría absoluta y, solo con 29 diputados, vuelve a quedar en manos de la ultraderecha. El discurso de Pedro Sánchez para el nuevo ciclo electoral queda así definido, ante el “miedo” al auge de Vox.
Gallardo compareció anoche en la sede del PSOE en Mérida, ya certificada su hecatombe electoral y tras llamar a Guardiola para felicitarla. El todavía líder de los socialistas extremeños también recibió un mensaje de “ánimo” por parte de Sánchez. Lo cual, no obstante, no quiere decir que su futuro esté blindado.
“El resultado del PSOE es muy malo, sin paliativos”, admitió Gallardo. “Los resultados han sido muy adversos”, insistió. No obstante, aún no anunció su dimisión. Hoy reunirá de urgencia a la ejecutiva del PSOE de Extremadura, para valorar “en frío” los resultados electorales. “Lo que menos me preocupa es mi futuro político, lo que más me preocupa es que el PSOE tome la mejor decisión. Por encima de Miguel Ángel Gallardo está el PSOE de Extremadura”, alegó.
Pero Gallardo también definió este adelanto electoral en Extremadura como “un experimento fallido” del PP. “Guardiola convocó las elecciones para tener mayoría absoluta, no quiso negociar los presupuestos y precipitó las elecciones para convertir a Extremadura en un experimento que ha fallado”, advirtió. “El experimento que Feijóo mandató a Guardiola ha fallado estrepitosamente, solo ha permitido engordar a Vox”, criticó. El resultado electoral, lamentó, es “más bloqueo, más inestabilidad y más radicalidad”.
También compareció desde Ferraz la secretaria de organización federal del PSOE, Rebeca Torró, que agradeció “el trabajo” de Gallardo en una campaña que aseguró que estuvo “contaminada por el acoso y derribo de los ultras”. Torró también asumió el “mal resultado”. “No se ha conseguido movilizar a los votantes progresistas”, admitió.
Y también cuestionó una convocatoria electoral tras la que, a su juicio, el PP “vuelve a la casilla de salida, pero más rehén de los ultras”. “La estrategia de Feijóo es sembrar para la ultraderecha”, denunció.

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