La Europe Israel Press Association, un grupo que forma parte de la EJA, la mayor asociación judía de Europa, organizó en Bruselas una jornada para analizar la situación en el continente y, específicamente, el crecimiento del antisemitismo desde la masacre de Hamás del 7 de octubre de 2023 y la guerra entre la organización terrorista e Israel que se ha desarrollado durante los dos años posteriores y se encuentra ahora en un alto el fuego frágil, a la espera de poner en marcha la fase dos del plan de paz de Trump.
Entre los participantes había periodistas, expertos y analistas, europarlamentarios… uno de los primeros, Stefan Tompson, fundador de Visegrad24, el mayor agregador de noticias de Europa del Este, que denunciaba que "las campañas de imagen e interferencia de Irán, Qatar y el Partido Comunista Chino han sido increíblemente efectivas" y llamaba la atención sobre que "no somos conscientes de cómo fuerzas extranjeras han intervenido en nuestra política".
Tompson recordaba que no menos de cuatro miembros del Parlamento Europeo "basaron su campaña exclusivamente en Gaza" y llegaba a una conclusión contundente: "Los islamistas se han infiltrado en nuestras instituciones".
"Nos han abandonado, Europa está perdida"
Una de las intervenciones más interesantes fue la de Jonathan Rosenzweig-Abu, jefe de la misión de Israel ante la Unión Europea y la OTAN, que destacaba que tenemos "los mismos desafíos" que el Estado hebreo: entre ellos "el terrorismo, el islam radical, Irán, la estabilidad en el Líbano, una Siria estable que respete a sus minorías...".
Preguntado por si Israel va a reducir su cooperación con Europa en esos temas o si se va a restringir la transmisión de información a los países europeos lo negó de forma rotunda: "No jugamos con las cuestiones de seguridad, hace un par de semanas se vio cómo paramos una serie de atentados de Hamás en Europa colaborando con varias agencias, no es algo con lo que jugamos o que usemos de una forma cínica".
Uno de los periodistas presentes en el encuentro le preguntó por las relaciones con el Gobierno español y por si era posible una ruptura de relaciones, un escenario que descartó, señalando que esa "decisión política" sería "triste" porque iba a ser "interpretado de una forma muy mala por los más extremistas" y más "viendo cómo está creciendo el antisemitismo".
También desde Israel, pero viviendo en Europa, el corresponsal en el continente de la televisión Channel12, Elad Simchayoff, explicaba los sentimientos en el país sobre la actitud europea: "No se entiende lo que ocurrió el 7 de octubre y en Israel hay una sensación de haber sido traicionados, de que nos han abandonado y Europa está perdida". Además, recordó algo que los políticos de nuestro continente parecen haber olvidado: "Cuando la comunidad judía en Europa no está segura, Europa no está segura, somos el canario en la mina".
Sobre Gaza y los "dos estados"
Aunque el objetivo principal de la jornada era el antisemitismo en Europa, también se habló de Gaza y de la famosa "solución de los dos estados". El jefe de la sección de Oriente Medio, Israel, los Territorios Palestinos Ocupados y el Proceso de Paz en el servicio exterior europeo, Vladimir Janeček, hablaba de la posición más o menos oficial de la UE: "En este momento puede resultar un poco contraintuitivo, pero para nosotros es algo a largo plazo", explicaba, agregando que "el plan de paz (de Trump) es una forma extraña de resurrección de la solución de dos Estados". Para él, y hemos de entender que, por tanto, también para la UE, la idea es como lo que señala "una brújula: una idea de futuro hacia la que te mueves".
También desde las instituciones europeas se planteaba una idea muy diferente: la europarlamentaria alemana Hildegard Bentele, presidenta de la Delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con Israel, llamaba la atención sobre una paradoja: que, mientras la solución de los dos Estados "está más lejos que nunca", la comunidad internacional "ha decidido actuar como si no fuera así". Aun así, admitió que "si se logra una Gaza pacífica sin Hamás, puede ser el corazón de la nueva esperanza".
Por su parte, Daniel Radomski, jefe de estrategia de UN Watch –una organización dedicada a monitorizar el comportamiento de Naciones Unidas– hacía algunas preguntas pertinentes: "¿Hablamos de un Estado real o de un constructo político? ¿Hay que asumir el derecho de retorno de una forma total?".
Además, llamaba la atención sobre el hecho de que "Palestina está en muchas organizaciones internacionales y es tratado por ellas como un Estado", sin embargo, no actúa ni mucho menos como un Estado "cuando llega el momento de asumir responsabilidades o instituciones democráticas…".
¿Y qué pasa con UNRWA?
Por último, otro aspecto que se discutió fue el futuro de la UNRWA, que, para Daniel Radomski, es un asunto complejo: "No digo que sea imposible reformarla", aseguraba, "pero requerirá un esfuerzo impresionante". Y mientras tanto "muchos líderes europeos han decidido seguir" con su apoyo a esa organización cuyos vínculos con Hamás están más que demostrados "como si nada", una actitud que "tendrá un coste tremendo".
Respecto a esta actitud de los líderes europeos respecto a la UNRWA, Hildegard Bentele señalaba algo que, según sus propias palabras "me indigna": el hecho de que "la Knesset votó casi por unanimidad no trabajar más con esa organización", recordaba, para preguntarse después: "¿Cómo se puede despreciar una decisión así que no ha tomado el gobierno sino un parlamento democrático?". Lo cierto es que esa es una actitud que puede ser el ejemplo de muchas de las decisiones y las actitudes de Europa con lo que al fin y al cabo es, precisamente, un país democrático: Israel.

Hace 14 horas
3









English (US) ·